GINI SOTO: EL AVE FÈNIX PARA LA TRANSFORMACIÓN
Mai Álvarez desde Argentina ¿Qué puedo yo agregar a lo dicho por todos quienes compartimos tus luchas y sufrimos hondamente tu partida? nada, la confusión, el dolor y la impotencia son sentimientos recurrentes, a Gini y su mujer, estuve a punto de conocerlas personalmente, cuando me enteré de su lucha, las invité a casa, pero es lógico que no pudieron venir, vivo en la Patagonia, así que generalmente, no recibo visitas familiares; cuando vinieron a Buenos Aires, yo anduve una semana deambulando por esos lares, y un día Gini, que para entonces vivía alquilada junto a su esposa y el pequeño (desde la barriguita de mamá Migde) me invitaron un cafecito venezolano , algo muy codiciado en tierras extranjeras, que erróneamente decidí posponer, ahora irremediablemente para siempre. Pero, aunque me duele la tragedia, que es de la comunidad toda, el momento histórico que vivimos la comunidad sexodiversa venezolana, nos exige desatascarnos del sentimentalismo, y empezar a conducirnos de ma