Día Internacional de la Visibilidad Transexual

En palabras de la abogada y activista venezolana trans Richelle Briceño, "el derecho a existir es el principal problema que enfrenta nuestra población transgénera y transexual". Ser invisibles. Para el Estado y la sociedad, en un amplio margen, ser quien eres parece representar el fin del mundo, como si el simple hecho de existir les robara el sol, el aire, el agua, el espacio, el alimento o la vida misma.

Cotidianamente, nuestras personas transgéneras y transexuales desde muy temprana edad enfrentan multitud de situaciones complejas y violentas, en la mayoría de los casos nace en sus hogares donde los familiares marcan sus destinos, pues en medio de la inocencia de la infancia, cuando se desconoce el aparato de “valores” y “patrones a seguir”, no hay limitaciones para expresar libremente lo que sentimos que somos, hasta que llegan las miradas, los insultos, los golpes, y el repudio familiar les impone una emancipación forzada. Sin la protección familiar, ¿cual es la opción? ¿Cómo te sustentas? ¿Cómo estudias? ¿Cuál es tu expectativa en el mundo laboral? ¿Qué leyes te respaldan?

Ser quien eres no es un problema, la sociedad y sus dogmas son el problema. De allí insistimos en que no se resuelve la violación de derechos humanos, si lo vemos como un problema individual de quien es vulnerada, sino un problema macrosocial, de quienes nos vulneran con base en “principios” establecidos en el sistema binario de la trilogía sexo-género-roles.

La transfobia, la misoginia, el sexismo, el odio son un problema, resguardan y sostienen estructuras de poder desigualitarias donde la Ciencia y el Derecho y el sistema socioeconómico están en tela de juicio. Además promueven el acoso escolar, obstaculizan la inserción laboral e inhiben la participación social plena de parte de la ciudadanía.

Las personas transgéneras y transexuales tampoco son un diagnóstico, no sufren de disforia, sufren de incomprensión por prejuicios ajenos. Son personas que buscan su felicidad, defienden su esencia y en definitiva son extraordinariamente valientes al levantarse a exigir una existencia digna, pues cuando

- no se te permite expresar lo que eres a menos que sea en función de lo que está predestinado según los genitales con que naces (cómo sentarte, vestirte, agacharte, llevar el cabello, caminar, qué juguetes y juegos usar, profesión u oficio a ejercer, baño usar, qué servicio médico solicitar: ginecólogo o urólogo?);
- el interés se centra en lo que tienes entre las piernas o en cómo ejerces tu sexualidad en lo íntimo, atado a la idea de que un pene te hace hombre y una vagina te hace mujer y esto a su vez determina a quien debes amar; - debes vivir con culpa, miedo o vergüenza porque descubran en casa, el aula, la calle o el trabajo quien eres, y eres objeto de injurias o chistes y no seas reconocidx como tal;
- expresar quien sientes que eres puede causar dolor a tus familiares y personas queridas, y las únicas salidas son aislarte, llevar una doble vida o el suicidio;

se menoscaba tu derecho a la libre determinación y libre desenvolvimiento de la personalidad, se extirpa tu humanidad, tu dignidad y en consecuencia, el derecho a la vida digna, a la libertad, a la salud integral (física, mental, emocional y espiritual), a no ser sometidx a tratos crueles inhumanos y degradantes, a una vida libre de violencia, a no ser esclavizado, a la vida privada, honor y reputación, así como a la libertad de expresión, pues expresar lo que sientes que eres no entra en el ámbito de lo privado, como piensan quienes sienten incomodidad frente a esta realidad, es definitivamente parte de este derecho.

Si bien el sistema educativo, legislativo, judicial, sanitario, comunicacional, entre otros, tienen el significativo compromiso de manos del Estado, de avocarse a proyectar no un “modelo de sociedad ideal” sino la que se tiene, la real y que no cesa de evolucionar, con base en el respeto a la dignidad de toda persona, hoy, Día Internacional de la Visibilidad Transexual, invocamos a los corazones y conciencias de la gente común, llena de amor y sabiduría, que sabemos abundan, a revisar los espejos en sus caminos, ¿cómo se ven? ¿se quedan en la orilla viendo de lejos la caída en el abismo de estas personas? o ¿nos sumamos a derribar las barreras levantadas para definir el límite entre quienes asumen o no el riesgo de ser y existir con dignidad y libertad?
AC Venezuela Igualitaria